El cobre se encontraba en las profundidades de la tierra y debido a los procesos que la tierra efectuaba (erosión), llegó hasta su superficie. Este llegó a la superficie combinado con otros metales pero aún así nos encontramos con grandes yacimientos con cobre natural, dándole así la facilidad de dar a conocer a sociedades primitivas (recién comenzaban los estudios de los metales), sobre este metal. Después de muchos años de explotación del cobre, este se fue agotando.
El cobre fue uno de los primeros metales ocupados por el hombre y se tiene evidencia de que grandes civilizaciones que datan al menos hace 10.000 años. Hacia el 5.000 a.C ya se realizaba la fusión y refinamiento del cobre a partir de óxidos como malaquita y azurita.
Una de las civilizaciones mas antiguas también poseían conocimiento del cobre, los egipcios, descubrieron que la adición de pequeñas cantidades de estaño facilitaba la fusión del metal y perfeccionaron los métodos de obtención del bronce.
En la antigua China se conoce el uso del cobre desde al menos 2.000 años antes de nuestra era y hacia 1.200 a.C los bronces que fabricaban tenian una excelente calidad dando a conocer un gran dominio de la metalurgia del cobre en occidente . En Europa el hombre de hielo encontrado en el Tirol italiano en 1991 cuyos restos tenían una antigüedad de 5.300 años estaba acompañado de un hacha de cobre de una pureza casi perfecta y los elevados índices de arsénico encontrados en su cabello nos lleva a suponer que este individuo fundió el cobre.
El uso del bronce predominó de tal manera durante un periodo de la historia de la humanidad que terminó denominándose "Era del Bronce" a la que media entre el predominio de la piedra y el auge del hierro; la transición entre el periodo neolítico (final de la Edad de Piedra) y la edad del bronce se denomina periodo calcolítico límite que marca el paso de la Protohistoria a la Historia.
En la actualidad la mayor parte del cobre se encuentra disperso en grandes áreas, mezclado con material mineralizado y con roca estéril. Estos yacimientos sólo pudieron ser explotados cuando se desarrollaron las habilidades metalúrgicas necesarias para separar y recuperar el metal. Hay una gran cantidad de compuestos que contienen Cobre, que se clasifican en dos grupos: los minerales sulfurados y los minerales oxidados. El porcentaje de Cobre presente en estos minerales es conocido por los especialistas como 'ley de Cobre', y su valor es variable.
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